23 mayo 2006

Cosas que fastidian 2

(Historia de Gran Hermano Universitario 2004-2005)

Un duro día de trabajo (jeje), me estoy muriendo de hambre y son ya las tres (la puntualidad es inglesa y no francesa, ¿verdad, Imbert?).
Mientras miro cómo mis pies avanzan ellos solos por la calle hasta mi casa (ET? Has vuelto?)
voy pensando (con mi única neurona que ha devorado a las demás) en la comid
a que me voy a preparar. Tengo una lata de espárragos buenos, buenos (lo sé porque eso pone en la caja) y a pesar de no tener horno (es Getafe y un piso de estudiantes, qué se puede pedir) voy a preparame los mejores espárragos con salsa de queso que se han hecho nunca.


Tiembla Arguiñano, llega ¡A cocinar con Elliot, el cooking! ------->



Llego a casa, dejo la mochila, me pongo ropa cómoda y me lavo las manos. Todo muy lentamente para que el momento de ponerme a cocinar sea más placentero si cabe. Bueno, hasta que mis tripas empiezan a quejarse tanto que creo que se están devorando entre ellas...

("-Papi, su tripita le hace ruidos"
-Claro, Ralph, es que el cuerpo se está comiendo a sí mismo"
Gracias, Germán)
Llego a la cocina, saco los ingredientes para la salsa de queso y la voy preparando...
Qué delicia, ya estoy saboreando los espárragos calentados al microondas, ya huelo a queso!!!!!
Dejo apartado el bol con la salsa y saco del armario la lata de espárragos.
Rompo el cartón, y voy sacando la lata lentamente, lentamente, lentamente...
Hay que saborear el momento, que me ha costado un rato preparar la salsa...
Hasta que está fuera del todo (ni que esto fuera un parto) y me quedo mirando la lata.
Hay algo raro y no sé qué es... Le doy vueltas, la observo detenidamente y por fín caigo:
No lleva abrefácil!!!
Y EN ESTE PISO DE MIERDA NO HAY ABRIDOR!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Y ahí me quedo, mirando con cara de odio, con la salsa preparada, mi estómago llamándome a gritos y los estúpidos espárragos DENTRO de una lata que NO PUEDO ABRIR.
El destino se vuelve a reír de mi en mi propia cara. (Quizá debería llamar a esta sección: "El destino se parte de risa conmigo". ¿Alguien sabe si podría demandarlo?)
En fin, nos leemos en el siguiente,
Elliot.
PS: Ya hay un abridor en el piso.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vale, por un momento te imaginaba como Spilzman, de la peli "El pianista", machacando la lata de pepinillos con todo lo que pillabada para abrirla, y al final pudiendo echando a perder lo poco que había conseguido, el caldo.

Espero que al menos saborearas la salsa de queso o pudieras aprovecharla con otro alimento :) (yo lo habría hecho directamente con pan, porque los espárragos no me van :-P)