27 abril 2006

"El viaje a ninguna parte"

Me quiero ir de vacaciones, hay fiesta en el cole y quiero aprovechar para hacer un poco de turismo por España. Bien.

Pero yo no soy normal, ya lo saben, o por lo menos, no me ocurren cosas muy normales...

Llamo a un albergue, me cuelgan y al minuto me llama un número desconocido. Descuelgo y me aparece un hombre que llama de un albergue. (¿?)

Hablamos, doy mis datos, reservo y cuando voy a colgar se me ocurre la gran pregunta:
¿Y cuánto valdrá dormir aquí?

Le pregunto las tarifas, me parece bien, pero intentaré algo un poco más barato, pero ¿cómo le digo al hombre que me lo quiero pensar, si ya me ha tomado los datos?

Parece que el tipo me ha leído el pensamiento porque me dice: "No te sientas ahora obligado, puedes pensártelo si quieres. A mí también se me había olvidado decírtelo".

Uau, cara de asombro brutal...
Ok, me lo pienso, llamo a otro sitio. Está ocupado para esas fechas, mala suerte.

Vuelvo al primero, que me vuelve a llamar el dueño (esto es vida) y ya confirmo la reserva (¡Qué recuerdos me traen estas palabras!)

Le doy vueltas por la noche a esto y por la mañana se me ocurre la (otra) gran pregunta:
Si es un albergue, ¿tendrán sábanas o tendré que ir con un saco de dormir que me sacaré del bolsillo porque no tengo?

Llamo por teléfono (otra vez), pero esta vez no me cuelgan y me llaman ellos, así que como pago yo, pienso (poco, no crean, que estoy de vacaciones) "voy a hacer una llamada ultra rápida en plan: "¿Hay sábanas?"
Pero, cuál es mi sorpresa (¿cuál es? ¿cuál es?) cuando el hombre (el mismo de ayer) me dice antes de preguntar yo:
"Bueno, que ayer también se me olvidó decirte que no te preocupes por sábanas porque tenemos nosotros y también mantas y toallas"

Y mi cara de asombro se vuelve un poco asustada, me he comenzado a mosquear. esto ya no es muy normal, ¿o sí?
¿Tan transparente soy que me pueden leer el pensamiento de aquí a, pongamos, Cáceres?

Tengo muchas ganas de conocer a este tipo, igual es un mago mental...


Ya les contaré.

Nos leemos en el siguiente,

Elliot.

26 abril 2006

Tipos de gente II: "El gurú"

Seguimos encontrándonos gente extraña por la calle, y me siento bien, ya no me siento tan solo.
Seguro que conocen a esa persona que está en la calle y te ofrece un papelito parecido a este:

PROFESOR BORAMA
NO HAY PROBLEMA SIN SOLUCIÓN
Gran Espiritualista en los casos más difíciles y urgentes sobre amor, separación, dificultades familiares, trabajo, droga (¿Cuál, exactamente?) y envidia. (¿Qué tienen que ver unas cosas con otras? ¿Qué clase de problema es exactamente la "envidia"? ¿O quería decir... el ataque de las "endivias" asesinas?) Obtener resultados es lo más importante de la astrología (¿?), rápidos y garantizados al 100% (qué tiene que ver la astrología con los resultados,? ¿Los extraterrestres tienen un anuncio de aseguradoras y no me he enterado?)
Dotado del poder (¿Qué poder?), ayuda a resolver problemas difíciles (¿Otra vez? ¿O es que ahora se refiere al más difícil todavía?) que sean graves (los de antes sólo eran difíciles y urgentes, pero no graves) como: insucios (¿Qué?), depresiones, negocios, suerte (¿Es esto un problema? ¿Tener suerte? Si tuviera mala suerte, si acaso...) justicia, parejas (que no separación, que quede claro y nunca tríos), impotencia sexual, mal de ojo (¿Ceguera? ¿Cataratas? ¿Estrabismo? ¿Miopía?) atraer al ser querido (¿Esto es un problema dificil y grave? ¿Es esto un problema?), exámenes..., Con rapidez total (O es rápido o es lento, pero ¿rapidez total?), si quieres una vida nueva (La podrá encontrar en la sección de congelados, pasillo tres estante izquierdo) y poner fin a todo lo que le preocupa, (Si me tratas de tú, me tratas de tú, pero no me líes...) no espere más tiempo y contacte con el Psor: BORAMA le ayuda con eficacia y seriedad (Si para resolver todos esos problemas, lo único que tiene es eficacia y seriedad lo llevamos claro...)
También consulta por correspondencia (Del tipo: "Oiga, tengo un examen el día 8 de junio, ¿le puedo mandar las preguntas y usted lo hace por mi?" o "Estoy en la cárcel y soy cocainómano, ¿no me podría pasar un papelillo por correo? Tío, enróllate, hombre".) y con cita previa de Lunes a Sábado de las 9'00 a las 22'00H. (Ni los Seven Eleven deben de trabajar tanto) Todos los resultados están garantizados (¿Los buenos o los malos?) al 100% y con facilidades de pago después del resultado (¿Bueno o malo?). RESULTADO EN TRES DÍAS. (¿Tres días? ¿Y si este hombre te quita de la droga -pero no sabemos cuál- en tres días, para qué tanta sesión de rehabilitación y narcosalas y todas esas cosas?)
METRO -MARQUÉS DE VADILLO- (LÍNEA 5) BUS 34-35

NOTA:
El texto está copiado literalmente, no he quitado ni añadido nada, salvo, obviamente y por si había algún despistadillo, lo que está entre paréntesis...

COMENTARIO FINAL:
Si este hombre, el tal Profesor Borama, sabe hacer todas estas cosas (y en tres días!!!) garantizando el resultado al 100%... ¿Por qué no coge su "poder" para echar "mal de ojo" a la gente que se encuentre por la calle, quedarse con sus "parejas" evitando la "impotencia sexual" teniendo "suerte" en los "negocios" y en el "trabajo" y en el "amor"?
Porque no me puedo creer que un tipo que no le afectan las "depresiones", no siente nervios en los "exámenes", es amante de la "justicia", puede "atraer al ser querido" por lo que no pasa nunca por "dificultades familiares", no sufre por la "envidia" y nunca va a caer en la "droga", esté repartiendo papelitos de este tipo en plena Gran Vía para ganarse el pan.

No cuela, tío, no cuela...

De todas formas, y por si les interesa: 914 716 553 // 626 815 890

Ustedes mismos,

Elliot.

21 abril 2006

"Blanco perfecto"

Tengo examen.
He estado hasta las tres y media de la mañana estudiando.
Me levanto muy pronto para repasar.
Estoy muy muy cansado.
Desayuno.
Me arreglo.
Y me lavo los dientes.
El dentífrico tiene un sabor raro, pero como estoy muy dormido, sigo con la limpieza.
Voy a salir ya del baño cuando me doy cuenta:

NO ERA DENTÍFRICO. ME HE LAVADO LOS DIENTES CON JABÓN.

En fin, cosas que pasan...

PS: Estuve a punto de hacerlo una vez hace poco, pero me di cuenta a tiempo. Sólo el tonto cae dos veces en la misma piedra...
Nota mental: Poner el jabón de manos y el dentífrico uno en cada estantería... o en cada habitación!

Nos leemos en el siguiente,

Elliot.

20 abril 2006

"Yo confieso"

Debido a la tremenda presión que han ejercido dos personas muy cercanas a mi (pongamos Mary y lamary) no me ha quedado más remedio que confesarlo:

¡SOY UN RANICIDA! ¡HE COMETIDO UN RANINATO! Y aquí va mi declaración:

"Era un verano caluroso, en un pueblo perdido del Pirineo aragonés, caminaba por la ribera de un río, en una bonita excursión. Tan entretenido iba viendo el paisaje que no me di cuenta de por dónde pisaba.
En esto mi pie choca con algo blando. Vaaale, confieso que más que chocar, lo que hizo mi pie (no yo) fue notar algo debajo que no eran precisamente piedras de río...

No llegué a pisar del todo pues pensé que podía ser algo un poquillo asqueroso (servidor ¿parece?/¿es? tonto, ya lo sé, pero es un tonto más urbanita que rural) y miré primero hacia abajo, lentamente, como en las películas...

Y ahí estaba: ¡UNA RANA! Una rana justo debajo de mi pie.
Y yo pensé: "¿A quién se le ocurre ponerse debajo de una suela de zapato?" Que mira que hay que ser tonto, pero como parece ser que aquí el único tonto soy yo... Pues no dije nada. Por eso y porque estaba solo en mitad de un paraje y uno es tonto, pero no habla con desconocidos, aunque sean invisibles...

Bueno, pues ahí debajo estaba. Verde y marrón, con motitas amarillas, pequeña (aunque, claro, yo calzo un 39...), un tanto repugnante y con una extraña expresión en el rostro. (¿Rostro?) Hasta que la miré bien detenidamente y pude comprender por qué esa extraña expresión.
Jobar, estaba debajo de mi pie, por lo que mi zapatilla estaba ejerciendo cierta presión en su cuerpo lo que hacía que sus ojos se le salieran de sus cuencas más aún de lo normal.

Empezó a moverse bajo mi pie con movimientos espasmódicos, las patas le iban arriba y abajo, pataleando desesperada por zafarse de la trampa en la que ELLA MISMA se había metido. Y sus ojos, pues ahí, ahí estaban...

Y después de todo esto, que en realidad pasó en un milisegundo, me entró el pánico (sí, además de tonto, miedoso) y como no sabía qué hacer y estaba a punto de perder el equilibrio pues acabé pisándola del todo.
SÍÍ, LO HICE, PERO FUE UN ACTO INVOLUNTARIO.

Y lo peor llegó en ese momento, cuando al pisar un poco más fuerte (PERO FUE SIN QUERER) oí un desagradable sonido, como cuando despegas una ventosa de un cristal y cuando bajé de nuevo la vista, ví cómo se le caían los ojos al suelo (PLOP, PLOP) y tras un par de segundos agonizantes (y sin ojos), la rana dejó de moverse.

Y la culpabilidad se mezcló con el miedo.Estaba aterrorizado y solo, viendo ranas sin ojos por todas partes, así que decidí salir corriendo.
Sí, fue un acto cruel, pero he leído que las ranas se comunican por ondas. ¿Y si el desagradable sonido que hizo justo antes de morir eran gritos de socorro y de repente se presentaba el ESR (Ejército Salvador de las Ranas) y me devoraban? ¿Y si aparecía una rana enorme ataviada con una toga y un mazo y me enviaba a la cárcel de las ranas? ¿Y si en realidad esta rana era mi princesa azul (aunque repito que la rana era verde y marrón con motitas amarillas) y he perdido para siempre la posibilidad de amar? ¿Y si dejo de decir tonterías?

Corrí hacia mi casa y no volví a salir en todo el día. Todos me preguntaban qué me había pasado, pero no tuve el valor de contarlo. Fue algo demasiado desagradable y no quería acabar en la cárcel.
Al final lo he confesando porque la presión hacia mi persona era demasiado grande, tengo un dibujo póstumo de la rana que asesiné en la puerta de mi habitación que me grita: ¡No sin mis ojos! y es demasiado para mi, lo siento.
¡LO SIENTOOOO! ¡SOY UN RANICIDA!

He de decir, sin querer justificarme con ello, que no he vuelto al lugar del ranicidio y desde ese día noto que los animales que se arrastran por el suelo me miran mal...

La rana era parecida a esta, por lo que desde aquí, un sentido homenaje a esa congénere que murió sepultada por mi pie y a la que abandoné sin escrúpulos y sin ojos.



DESCANSE EN PAZ

Firma la declaración: Elliot, el ranicida"

PS: No se me olvidará jamás, ya que todo me recuerda ese oscuro momento de mi vida. Por ejemplo, esta mañana, cuando iba hacia clase, he descubierto un ratón muerto en la carretera.

¡¡¡¡¡¡¡PERO YO NO HE SIDO!!!!!

Nos leemos en el siguiente,

Elliot.

13 abril 2006

Tipos de gente I: "El plasta"


Para variar, hoy no me ha pasado nada, pero me he encontrado con cierta persona de cuyo nombre no quiero acordarme (y aunque quisiera la verdad es que no me acuerdo), me ha hecho pensar en las clases de personas que circulan por este mundo así, sin control de ningún tipo, y claro, luego pasa lo que me pasa. Que el raro soy yo…
En fin, que tengo una lista de tipos de gente bastante extensa…
No hay ningún orden de prioridades, sólo se me van ocurriendo así, al azar.
Para empezar, están esa clase de gente que se te pega no sabes muy bien por qué, pero que no tienes otro remedio que permitir que avancen a tu lado, porque no pillan las indirectas (y quien dice indirectas dice: ¿por dónde vas?, qué pena, es que yo voy justo por el lado por el que NO vas tu) Y al que llamaremos: PLASTA.

Y es que no he podido zafarme. He subido al tren, le he visto por el cristal, me he escurrido como he podido, pero ha subido me ha visto (yo estaba con el rabillo del ojo –nota mental- puesto en él, mientras repasaba un diario de hace tres días que he encontrado en el asiento). Pero él ha sido más hábil, me ha visto y dirigiéndose a mi, me ha preguntado: “Elliot, ¿verdad?”
“Si hubiera dicho que no, ¿hubiera quedado muy mal?”, he pensado, y he dicho, “bueno, total, son 20 minutos”. Alma cántaro que soy yo también cuando quiero, si llego a saber el viajecito que me da, le digo que me llamo Rogelio y soy el de los muñecos o el de la mermelada. Ay, no que ese es elio’s y encima va con hache: Helio’s.
Bueno, que no me he podido zafar y no se me había hecho tan largo el viaje a Atocha desde esa vez que fui al teatro y pensé que me moría en el camino. (ver otros diarios)

Lo mejor de todo (para mi) es que no me acuerdo de nada de lo que estábamos hablando. Aunque en realidad ha sido más un monólogo que un diálogo, la verdad.
Y hablaba de una cosa y luego continuaba con otra que no tenía nada que ver con la anterior. Y yo asintiendo todo el rato: "Sí, si..." . Vamos, una espléndida conversación de besugos.

Lo mejor (para el diario, no para mi) es que cuando nos despedíamos en atocha, yo he decidido ir en metro, pues él se había dirigido ya a la salida, y cuando paso el billete por el torniquete…
VOLVÍA A ESTAR AHÍ!!! EN EL METRO!!! OTRA VEZ!!!! NOOO!


10 abril 2006

Momento surrealista

Mi amiga Laura me dice que, por favor, no cuente esta historia, pues le da cierta vergüenza ajena. Pero como el diario es mío, lo voy a contar, jeje. Lo siento, Laura. :D

Sábado por la noche, estoy cansado, he estado todo el día haciendo un trabajo con unos compañeros de clase y aún no hemos terminado. Buff.

Salgo de la casa donde hemos estado reunidos y miro en el plano del metro: tengo que coger la línea verde y en la primera parada (Oporto) coger la línea gris para ir a la estación de tren. Estupendo. Vamos al metro, estación de Vistalegre.

El metro viene enseguida, nos subimos al vagón y me despido de mi compañera en la siguiente parada. Ella continúa en la misma línea, pero yo me tengo que bajar en esta (Oporto).
Me bajo, voy a la salida a buscar la linea 6 (gris). Mientras, voy pensando que tres paradas más y cogeré el tren. Qué bien, enseguida llego a mi casa (teléfono).

El panel de las estaciones está delante de mi, alguien me tapa la parte de la izquierda, pero como veo que hacia la derecha no está la estación donde me tengo que bajar, lógicamente (pienso) estará hacia la izquierda y hacia allí me encamino.

Oigo que viene un metro y bajo las escaleras de tres en tres, me está saliendo todo a pedir de boca: camino fácil y encima, con rapidez. Qué estupendo.
Me subo al vagón y voy tan ufano que ni siquiera me siento a pesar de haber asientos libres.
Me siento bien aunque un poco cansado de tanto Wong Kar Wai (a ver si pongo la parte de mi trabajo aquí, para el que les guste este director)
Me apoyo en el cristal y veo que la siguiente parada tiene que ser Opañel. Ya hasta me lo estoy aprendiendo un poco...

Opañel, Opañel, OEOEOEOE!
El vagón va frenando, pasa el primer cartel tan rápido que no puedo saber qué ponía. En el segundo...

Y ahí está... Opa...
Vistalegre.
VISTALEGRE
VISTALEGRE????!!!!!!!!!
VISTALEGRE????!!!!!!!!!!!
VISTALEGRE????!!!!!!!!!!
VISTALEGRE????!!!!!!!!

No puede ser!! ¿Cómo va a ser Vistalegre si acabo de salir de ahí? Esto es un Expediente X y ríete de los de Mulder y Scully, jaja (sarcasmo)

Nada, me bajo del vagón con una cara de tonto que no puedo con ella y la voy arrastrando por el pasillo hasta que vuelvo a subir las escaleras que he subido hace menos de cinco minutos. El mismo recorrido, otra vez, y esto es un deja vu en toda regla.
Paso por delante del mismo tipo que estaba vendiendo DVDs y CDs piratas y se me queda mirando con una cara de: ¿Cómo lo has hecho, si te has ido en metro hace cinco minutos? Pues no lo sé, tío, yo estaba convencido de que la siguiente parada era Opañel, pero ya ves, cosas de esta ciudad...

Y esta segunda vez, más cansado que la anterior porque soy cinco minutos más viejo, me fijo bien, bien en el cartel y es cuando descubro que soy tonto. Bueno, esto ya lo sabía desde hace mucho, pero no me lo quería creer del todo. Oigan, que uno tiene su autoestima, poca, pero la tiene.
Y ahí estaba el error: como las estaciones que eran a la derecha no me interesaban me he ido directamente hacia la izquierda, sin saber que las estaciones que sí me interesaban también estaban hacia la derecha... Y la única que era a la izquierda era de donde yo había salido...

En fin, que ha sido un momento de lo más estúpido y más surrealista que he experimentado en esta ciudad desde que vivo aquí...
Aunque ahora que lo pienso... HA HABIDO TANTOS, QUE CREO QUE ESTE SÓLO ES UNO MÁS!

Nos leemos en el siguiente,

Elliot.

09 abril 2006

Debo de tener cara de delincuente...

La historia de ayer me recordó otra de las aventuras que me ocurrieron a mi dentro del bloque : "Soy un ser asocial" (pero lo llevo con gracia).
Esto que me pasó fue más un pequeño malentendido...

Metro, (cómo no), esa fuente inagotable de aventuras y risas. Lleno hasta la bandera (si la hubiera, claro, que nunca he entendido los refranes...).
En eso, un frenazo brusco y todos nos vamos hacia atrás. Un milímetro, no se crean, que estábamos como sardinas en lata, o, mejor dicho, como madrileños en metro...
Y de pronto, un movimiento raro y la mujer que tengo a mi izquierda que me empieza a mirar mal. Me escanea de arriba a abajo y se queda mirando fijamente a mis manos que sujetan mi mochila y caen estratégicamente puestas medio tapando... Bueno, tenía las manos donde las debía tener cuando sujetas algo por delante, y me refiero a la mochila!
Siguió mirando luego de arriba a abajo y como sólo sentía su mirada y no le veía la cara, pues pensé que estaría deleitándose de alguna manera conmigo. (¿Quieres algo, muñeca?).
Incluso elevé un poco mis hombros para que me viera más estilizado...
Inocente que soy yo también...
Cuando me giré para dedicarle una sonrisa seductora de las mías se me cayó la inocencia al suelo...
La cara de mala uva (uno es muy educado y no dice palabrotas) que tenía la mujer me hizo volver a bajar los hombros hasta el subsuelo, o más allá porque en el subsuelo ya estábamos.
Como no dejaba de mirarme comencé a ponerme nervioso. Giré la cabeza pero seguía mirando de reojo (¿con dos ojos: re-ojo?) de vez en cuando.
Cuando sentía que me miraba fijamente desviaba la mirada hacia el otro lado y para hacerme el despistado un poco, me puse la mano en el bolsillo derecho de la chamarra con aire ciertamente despreocupado y comencé a leer el periódico del hombre que tenía a mi derecha.
Y ahí fue el punto, la mujer comenzó a gritar: "HAS SIDO TU, ME HAS METIDO LA MANO EN EL BOLSO" "¿QUÉ ME HAS COGIDO?".
Y yo, entre atónito y asustado, la iré con ojos abiertos de par en par (lo dicho: dos ojos) preguntándole qué le pasaba. Me zarandeó ( un milímetro, porque seguimos estando en el metro como sardinas en lata o como... madrileños en metro, jeje) y me sacó la mano del bolsillo (¿Quieres algo, muñeca? 2ª parte. SÍ: DETENERTE) con cierta brusquedad.
Obviamente no sacó nada, salvo un pañuelo de papel a medio usar y un par de pipas que siempre llevo para cuando me entra el mono de los kikos (maíz).
Pero me volvió a preguntar si había cogido algo. Todo el mundo nos miraba. Obviamente II porque no hay muchos más lugares donde mirar...
Y cuando la cosa se iba a poner fea de verdad porque la vena del cuello de la mujer estaba ya muy gorda, el acompañante de la individua le para la mano que iba directamente a mi yugular (bueno, eso creo). Y sonriendo dice:
"Déjalo, que el que ha tocado el bolso soy yo, que el chico no ha hecho nada"
La mujer le responde con otra sonrisa embelesada y le da un golpe suave en el hombro en plan: ¡Ay, qué tonto eres!
Se gira después hacia mi y me dedica una mueca que no sé si es algo bueno o malo. Pero como yo no me quiero meter en líos por mi propia iniciativa, ya se encargan los demás de meterme sin yo desearlo, no digo nada y me giro con aire enfadado (ejem).
Esperaba una palabra de disculpa, que sonara tipo "Perdón" o algo parecido y esperando, esperando... Me pasé de parada.

En fin, cosas de madrileños en metro...

08 abril 2006

Experiencias sexuales...

5 de Abril de 2006

No me considero ni guapo ni feo (juzguen ustedes mismos) y a veces ni me considero y lo que me pasó el miércoles me ha supuesto una duda existencial tremenda...

Tren hasta Atocha y Metro hasta Sol. En este último trayecto hay mucha gente, normal, son las siete de la tarde...
De repente, ZAS!, una mano furtiva en mi culo. Ein?

Me giro hacia un lado y una mujer busca algo en su bolso, al otro lado, un hombre mira distraidamente por la ventana. Miro de nuevo hacia el frente y ahí está otra vez: "La mano en mi culo II. El retorno."
Avanzo un mini paso e intento zafarme del contacto y mi cabeza comienza a pensar...
¿Esto es un acoso?, ¿Es un acto de decir: "me gustas", un pelín directo? ¿Lo hace porque me considera guapo? ¿O porque está muy necesitado/a? Y sobre todo: ¿De quién es la mano? ¿Es un hombre? ¿Es una mujer?

NO SÉ QUÉ PENSAR. NECESITO CONSEJO!!!!!!!!!!!!!!!!!

Porque lo peor es que si supiera quién es no sé si le pego una torta o le doy las gracias. Tengo que pensarlo...

En fin, cosas de esta sociedad llena de Don Juanes y Don Juanas de pacotilla...
(I LOVE WKW) :P

Hasta otra...

Elliot.

PS: Ahora caigo!! El hombre que tenía detrás cuando me giré se puso a mirar distraídamente por la ventana...
¿Qué narices estaba mirando tan interesado si estábamos en el metro?
¿El ocaso en el horizonte? ¿Se le apareció la Gioconda? ¿A mi primo ET?
En fin, que mi primera experiencia más o menos sexual no podía ser de otra forma...

De compras

25 de marzo de 2006

Soy un ser asocial, lo sé, pero las últimas aventuras son de lo más surrealista y no me creo el entero responsable de todo. Vale, no me relaciono mucho, pero es que a veces la gente da pie a que te encierres en una cueva y no salgas nunca más. Y si no, vean los dos últimos encuentros que tuve con gente de verdad, y luego seré yo…


“Noté algo duro que tocaba mi pierna, después, su bolso en mi espalda, su respiración en mi nuca…”

Viernes por la tarde, necesito dos cosas del supermercado y me adentro en el mundo de las ofertas. Deben de regalar chucherías o algo así porque el super del barrio está a tope.

Sin cesta, como siempre, cargo con mis dos únicos artículos. Bueno, al final son tres porque he visto unas cosillas a buen precio… Sí, qué pasa.
Me dirijo a la caja y cuál es mi sorpresa cuando no encuentro el final de la cola para pagar. Chucherías no, lo que regalan son pisos… por fin la encuentro en un barrio cercano a Parla. En fin, me pongo en mi sitio y enseguida se sitúa detrás de mi una mujer de unos 60 años (también podrían ser 20 porque yo para las edades…)

Total, que avanzo un puesto y ya veo que la señora en cuestión empuja la cesta hasta casi tocar mi pie. Comienzo a ponerme nervioso.
Miro por el rabillo del ojo hacia la mujer, a la que llamaremos Mari, porque sí, y la veo buscando en las estanterías cercanas algo que se pudiera haber olvidado. Avanzo otro puesto más, y la cesta de nuevo en mi pie. Lo desplazo un poco hacia delante y oigo como su cesta se vuelve a mover. Noto que si echo el pie para atrás un milímetro tocaré de nuevo su cesta.
Creo que son los yogures y la barra de pan los que rozan suavemente mi pierna (si no estuviéramos aquí, parecería de lo más erótico: sus yogures tocando mi gemelo, su barra de pan clavándose en mi muslo… PERO ESTAMOS EN LA COLA DE UN SUPERMERCADO Y NO ES MI TIPO)

Mis nervios empiezan a ser cada vez mayores. No sé si la señora no se entera o es que lo está haciendo adrede. No sé, pero nunca me han visto de mala leche y realmente tengo mucha. (muuuu)

La fila avanza rápido y pronto me va a tocar a mí. Pero todo el rato escucho cómo la cesta es arrastrada hasta mí.
Mi respiración se acelera por momentos. Intento hacerla rabiar un poco y cuando la señora de delante avanza un paso yo no me muevo, jeje. Qué malo soy. Pero, craso error, la Mari Sí avanza, para mi desconsuelo y sufrimiento. Y es cuando exploto.

Miro hacia atrás desafiante y me clava sus ojos de “Marindiana Jones en busca de la oferta perdida”. Es mala, pérfida y me ataca cuando estoy intentando atemorizarla. El que sale espantado soy yo, menos mal que las miradas no matan porque a mi me ha taladrado entero.

Me giro hacia delante y avanzo un mini paso y ahí está de nuevo, la Mari, atacándome, acosándome, pues ella avanza tres pasos y si yo sólo me he movido uno y pequeño, imagínense dónde se ha situado la Mari…
¿Estará necesitada de mimos? Pues que se vaya al Retiro a buscarlos, hombre.
Y lo peor, que aún queda cola…

En estas andaba yo, cuando la Mari carraspea. No me había dado cuenta que la señora de delante se ha movido un milímetro y me hace el ademán de adelantarme. ¿Dónde crees que vas, muñeca?
Adelanto el pequeño paso que separa la espalda de la señora de mi pecho. Si ya decía yo que esto era erótico. Y la Mari se vuelve a pegar a mí. Ahora sé cómo se siente la pobre hamburguesa. Estoy realmente incómodo a pesar de que si describiera la situación podría parecer todo lo contrario: espalda de señora-mi pecho-mi espalda-pecho de la Mari. Lo que daría por estar así en cualquier otra situación, otro día, con otras mujeres (que no superaran la barrera de los 30), con otra ropa, en otro sitio, con otro ambiente y, sobre todo, NO OLIENDO EL SOBAQUILLO DE LA DE DELANTE!!!!

Que ganas tengo de pagar y marcharme.
De verdad, tengo ganas de llorar. No avanzo, pero me avanzan. Qué sensación más desagradable verse acosado por la Mari. Jobar, que es una señora de 60 años. ¿No tiene otra cosa que hacer en el día de hoy?
Que he venido a comprar un par de cosas solamente…
Creo que voy a llorar.

Hago como que miro unas cosillas al pasar por una estantería y a pesar de que ha avanzado la mujer de delante, yo no me muevo. Bueno, pues me da igual porque la Mari sí y de regreso a mi puesto noto su respiración en mi nuca. Y se me están hinchando las venas del cuello.

Les aseguro que la sensación no es agradable, ni mucho menos. Pero la cola parece que llega a su fin…

Giro despacio la cabeza para encontrarme de nuevo con sus ojos amenazantes, invitándome a decirle algo. Que no, que no, señora, que yo soy un chico pacífico, pero deje de pegarse a mi cada vez que me muevo para rascarme la nariz, hombre…

Y llego a la caja. Pongo las cosas encima de la cinta transportadora y de repente, la Mari comienza a poner las suyas también. ¿Qué quiere? ¿Qué me enfade? ¿Qué se las pague?
Pues va buena, jaja…
Como si tuviera tanta prisa. A punto estuve de soltarle alguna grosería. Si está más cerca de la muerte que yo, qué prisa tiene, hombre. Pero me contuve. Pagué, no sin antes tener que decirle a la cajera que yo sólo llevaba dos cosas, que el resto eran de la Mari, digo, de la señora de detrás.
Su mirada láser vuelve a posarse en mi nuca. Pago. Pongo las cosas en la bolsa. El cambio, el ticket. Y salgo corriendo.

Por favor, por el bien de todos, en las colas del supermercado…





MANTENGAN LA DISTANCIA DE SEGURIDAD!!!!


Continuará…

06 abril 2006

A ver si esto sale bien...

16:58. Jueves, he terminado las clases hace 4 horas, y todavía no he comido. Lo peor es que como se ha pasado la hora de la comida, hasta la cena no probaré bocado. Y me temo que esta noche se me olvidará de nuevo cenar...
Para conocerme un poco, jeje.