29 enero 2007

No vuelvo a madrugar

Mi primer examen, estoy más que nervioso.
Espero que todo salga bien, pues nos deja los apuntes y el libro y esos exámenes me dan miedo.


Además, ahora estoy en otra casa, por lo que ya no puedo ir tranquilamente andando a clase. No sé cómo funciona esto de los autobuses a primera hora de la mañana, pero seguro que habrá mucha gente que va a trabajar, así que...


Me pongo el despertador (y el despertador del móvil, for if the flies) a las siete de la mañana.
Suena cuando creo que sólo han pasado dos minutos desde que apagué la luz, pero me levanto.
Me arreglo y desayuno.

Cojo la mochila y me voy, casi corriendo, hacia la parada del autobús. Odio que todavía estén las farolas encendidas, pero ante el temor de no llegar al examen, todo eso me da igual.
Ayer soñé que no llegaba a un examen y pasé todo el domingo pensando que era lunes, así que prefiero estar ya en la parada.

Nada más llegar a la marquesina, llega el autobús, me subo y me siento. Veo con cierto resquemor que en el reloj del bus pone que son las 07:48. Quién me iba a decir a mi que podría hacer tal acto de valentía, si yo hasta las nueve y media no suelo ser persona (bueno, quien dice persona...)

En fin, que veo para mi temprana desesperación que hay incluso menos coches que una tarde normal, por lo que llego a la universidad a las 08:07.

¿Y qué narices hago yo, en plena noche, una hora en la universidad, donde incluso hasta la cafetería está cerrada? Lo dicho:


¡¡¡NO VUELVO A MADRUGAR!!!

Nos leemos en el siguiente,

Elliot.

PS: Espero, por lo menos, que el examen lo haya aprobado...

24 enero 2007

Elliot pastillero

Para estudiar mejor e intentar sacar buenas notas en este curso, me he comprado unas pastillitas para la memoria.

En el frasco pone: "Complemento nutricional para situaciones que requieran actividad intelectual intensa, estudiante en periodo de preparación de exámenes o personas con fallos de memoria."

Bien, yo entro en los dos grupos, así que estoy siguiendo las indicaciones al pie de la letra, pero resulta que me estoy empezando a cuestionar si realmente están funcionando.

Pues no me parecen muy eficientes unas pastillas que cada vez que me las tomo me pregunto si ya me las he tomado...



Ya les contaré los resultados...

Nos leemos en el siguiente,

Elliot.

PS: Hoy era el último día de clase de Laura. ¡¡¡FELICIDADES!!!! Y a ver si lo celebras como se merece y con los que tú más quieres, jejeje.

17 enero 2007

Momento "Elliot" 3

No me voy a despedir de ustedes por hoy sin contarles la última de mi universo Elliot.

Mientras les escribo la página anterior, trato de introducir una foto mía para ilustrar el diario y ahí estoy, intentando conectar la cámara al ordenador, pero éste parece no reconocerla. Vuelvo a sacar el cable para comprobarlo, pero está bien, así que lo intento de nuevo. Nada.

Ya pensando en enviar la foto por correo electrónico, con lo que tendría que irme a casa, y después de una biblioteca porque el amigo Thompson me ha dejado sin Internet, levanto la cabeza y me doy cuenta.

Claro que no iba a funcionar la cámara en el puerto USB del ordenador, como que estaba metiendo el cable en OTRO ordenador.



Nos leemos en el siguiente,

Elliot.

PS: Es sólo una curiosidad, pero qué cantidad de gente se llama Thompson en el mundo. En el poblado tenía un vecino que se llamaba así, y luego otro en Zaragoza y otro en el piso de ahora.
¿Casualidad? ¿Será el mismo tipo que me persigue...?

Vaya par de... compañeras

Vuelvo a este, el blog de los que lo leen, tras un cierto tiempo de relajación por mi parte, las navidades y ahora los exámenes (que uno ya está en la universidad) me han hecho estar entretenido en otros asuntos mucho menos agradables como escribir mi diario.
Por eso, y porque creo que se merecen que me porte mejor con ustedes de lo que lo he hecho hasta ahora, les contaré más secretitos sobre mi vida privada, o, mejor dicho, sobre cómo sobrevivo en "una casa de locos"... Vayan para ilustrarlo dos historias referidas a cada una de mis "compis" de piso (os echo de menos, ex-compis!!!)

"Una de David Lynch"
Acaban las navidades y retorno a mi casa de la capital. Es lunes por la tarde y cómo no, una de mis compañeras está en casa. Bueno, no pasa nada, año nuevo, conflictos nuevos, preo con diplomacia de siempre...
El caso es que también estaba mi otra compañera, pero como no llevamos turnos de vida semejantes, cuando yo llegué ella estaba durmiendo y ella se marchó cuando yo estaba durmiendo. (son cuatro horas de viaje, una maleta llena de cosas -gracias por el jamón, mamá de Laura-, pocas ganas de ponernos a estudiar y muchos días de fiesta, qué quieren)
Oigo la puerta que se cierra, pero estaba en otro mundo (probablemente el mío) y no me enteré de más.
El martes me despierto y oigo ruidos en la habitación de al lado, pero salgo por unas tres o cuatro veces al salón sin encontrar a nadie. A las nueve de la noche se vuelve a oir la puerta que se cierra. ¿Me empiezo a mosquear?
El miércoles pasa exactamente lo mismo y ya no sé si son cosas de fantasmas o me estoy volviendo loco (más, si cabe). Llega el jueves y el viernes y no he visto todavía a mi compañera de piso a la que llamaremos... Tea.
Lo que sí he hecho es oir ruidos en el baño, en la cocina, en el salón, puertas que se cierran, que se abren, secadores que suenan, duchas que se abren solas, cubos de basura que se llenan sin aparente motivo y un largo etcétera de misterios sin resolver.
Viene el sábado y se descubre el pastel, aunque no sé muy bien de quién es el cumpleaños. Resulta que mi compañera de piso, Tea, ha estado durante toda la semana en el piso, pero... ESPERANDO QUE YO ME METIERA EN MI HABITACIÓN A ESTUDIAR (o a jugar al ordenador, es o es lo de menos) PARA SALIR ELLA!!!!! ¿No les parece increíble?

"No sé si reír o llorar"
Estoy ayudando a Laura a hacer un trabajo para una de sus asignaturas y para ello vamos de vez en cuando a la Biblioteca Nacional a perderme por esos pasillos y esos ascensores malignos (próximamente en sus pantallas).
Una mañana, preparando el desayuno, me encuentro con mi "compi" Amaia y me pregunta dónde voy.

Amaia:
-¿Dónde vas, (Alfonso XII?)?

Yo:
- A la Biblioteca Nacional.

Amaia:
- ¿Hay muchos libros en esa biblioteca?

¡¡¡SÁLVENME, POR FAVOR!!!

Nos leemos en el siguiente,

Elliot.

Nos leemos en el siguiente,

Elliot.