22 enero 2009

El día del juicio...

Esto de tener juicio no me va demasiado.
Resulta que a Laura le está saliendo ahora y es un poco raro, porque yo pensaba que lo adquirías o incluso lo podías comprar, como en las pelis.
Pero parece ser que sale de tu interior.
Y tiene todas las papeletas para que no me apetezca lo más mínimo tenerlo.

Sólo tiene desventajas:
- Para empezar, no puedes abrir la boca del todo (o casi nada, ¿verdad, Laura?)
- Así que no puedes comer muy bien y los macarrones casi hay que pasarlos a puré.
- Es muy doloroso, sobre todo cuando veo a Laura intentando bostezar.
- Y lo peor, peor de todo, es que también te duele al reír, así que mejor no hacerlo.

Dicen que el juicio te sale cuando eres adulto. Creo que estaré de vacaciones cuando pasen la revisión ese día...

Qué aburrido es, pero tranquila, Laura, que ya estoy yo aquí para poder reirme por los dos. De tí, contigo... detalles preposicionales.

Nos leemos en el siguiente,
Elliot.

14 enero 2009

Ser VIP, durante tres segundos

Paseo despreocupado por la calle.
Un taxi se para justo delante de mi.

SEGUNDO UNO:
El taxista sale, abre la puerta del maletero y después la de los clientes.

SEGUNDO DOS (ó segundo segundo):
Me quedo petrificado.
¿Eso va por mi?
¿Laura ha contratado un taxi para que me lleve a casa?
¿Me subo?
¿Y si luego me cobra?
Porque con lo que llevo en la mochila no llego ni a cerrar la puerta.
Pero es que está justo delante de mi!
¿Me subo?
Que alguien me responda a algo!!!!

SEGUNDO TRES:
Decidido, me subo.
Oye, se ha parado él solito, yo no lo he llamado, se han abierto las puertas y estoy a menos de un paso de meterme en el taxi.
Venga, allá que voy!

SEGUNDO CUATRO:
Un tipo trajeado pasa velozmente por mi lado, introduce la maleta en el portaequipajes y se mete en el taxi mientras dice "Al aeropuerto, rápido, por favor", como en las películas.
El taxi arranca delante de mis narices.

Y yo me quedo ahí parado, ya no soy importante, pero me queda la duda de si el tipo se metió porque yo no me atreví y se coló...
Dudo, pero no de una forma normal, no, sino de una forma importante, que para algo he sido alguien durante tres segundos.

Nos leemos en el siguiente,
Elliot.

PS: ¿Se han fijado en la cantidad de cosas que puedo pensar en un solo segundo? Hasta yo estoy sorprendido.