Aquí van las dos últimas de mi último viaje.
La realidad siempre supera la ficción.
Breves, pero sin desperdicio.
"No me chilles que no te veo"
Llego a las estación quince minutos antes de la hora. Como ya me ha pasado alguna que otra vez (Véase: Tú a Londres y yo a...) me aseguro que ese es el autobús que debo coger. El autobusero no está, así que le pregunto a una señora:
Elliot:
- Oiga, ¿este es el autobús de las 17:45 para Madrid?
Señora:
- No, este es el de las seis menos cuarto.
"Atrapado por su pasado"
Es la hora, ya me he sentado y ya estoy escuchando mi querida emisora, la que sólo tiene dos discos. El autobús arranca y sale de la estación. Alguien grita de repente:
Alguien:
- Oiga, pare.
Nadie contesta. De nuevo:
Alguien:
- OIGA, PARE!.
Y todo el autobús:
- OIGA, PARE. OIGA, PARE. OIGA, PARE.
Hasta que el autobusero para, y dice:
- ¿Qué ocurre? ¿Falta alguien?
Alguien:
- No, yo sobro, que sólo he subido para despedirme de mi nieta y ahora casi me voy con ella...
Y alguien se baja.
Nos leemos en el siguiente,
Elliot.
PS: Próximamente: "Dos relatos, 10 currículum... 1 IDIOTA".
No se la pierdan!!!