21 septiembre 2007

Grandes mentiras asumidas por la sociedad

¿Por qué? ¿Por qué lo hacemos? ¿Por qué, aun sabiendo que es mentira, seguimos creyendo en ellas?

- En un hospital, ante la cuna de un recién nacido, los comentarios son de dos tipos:

a) Qué niño más guapo. Sí, qué mono.
b) Tiene los ojos del padre. Pero se parece mucho a su madre cuando sonríe.

Ambos tipos, obviamente falsos. El tipo a) porque todos sabemos que un recién nacido tiene más de hamster que de humano, por lo que es imposible que sea guapo y mucho menos mono, que no se parece nada a los hamster.

Y tampoco se parece a los padres, por la misma razón que en el supuesto a), salvo, claro está, que estemos hablando del hijo de Mister Ratón y señora, en cuyo caso, ya estaríamos hablando en propiedad. Excepto si seguimos con el comentario a) de "qué mono", porque entonces podemos generar un conflicto matrimonial entre Mister Ratón y señora...

- Los Reyes Magos: la primera mentira de tu vida. Y qué mentira, la más amarga de descubrir, sin duda alguna. Y lo peor de todo es que los auténticos culpables son tus propios padres. Aunque si es verdad que son los Reyes Magos, los tíos se lo curran mogollón; una sola noche, un mundo entero y no sé cuántos millones de niños con sus galletas y sus tazones de leche... Ahora entiendo por qué yo estoy emocionado a las siete de la mañana y me hacen bajar la voz porque es muy temprano.

- Si mientes se te caerán los dientes/te crecerá la nariz.
Me quedo con la primera opción, que por lo menos viene el Ratoncito Pérez (hijo de Míster Ratón?)

Pero sigue siendo igual de imposible, ¿qué relación hay entre las mentiras y la nariz y los dientes? Lo único que se me ocurre es que alguien te descubra la mentira y te pegue un puñetazo, en cuyo caso sí que habría relación: si mientes, te quedas sin una y sin otros...
No sé cómo no hay más parricidios en esta sociedad en la que a los niños se nos trata como a tontos. Claro, que si desde recién nacidos nos engañan alabando nuestra inexistente belleza...

- Si tienes el pie grande, seguro que serás alto. Sí, que se lo digan a Laura, un casi 39 (casi, porque el izquierdo sí, el derecho no) de pie y medio metro sentada...

-Atención, estación en curva, al salir, tengan cuidado de no introducir el pie entre coche y andén.
Me gustaría saber qué demonios tienes que hacer para que ocurra esto. Seguro que la persona por la que empezaron a decir esto no era muy alto, por lo que decíamos en el supuesto anterior, más que nada...

-El abrefácil... Nada que añadir.

- Próximo tren llegará en 3 minutos.
¿Ralentizan el tiempo los de Metro? ¿Entramos en una realidad paralela? ¿Los minutos del metro son de 120 segundos?

- El que lleva gafas --> empollón.
No, el que lleva gafas, miope. Obvio, ¿no?

- Dar a luz es el acto más hermoso de la Naturaleza.
A mi que siempre me ha recordado a la película Alien, pero el resultado cambia: de monstruo a hamster.
De todas formas, iré a comprobarlo a un hospital, creo que se da a luz en la sección "Gritos" y "Me gustaría verte en estas".

Nos leemos en el siguiente,


Elliot.

05 septiembre 2007

No vuelvo a comer mirando la tele

Miércoles, mitad de semana. Ya se me ha terminado la comida que preparé el domingo, por lo que me toca cocinar para hoy. Elijo brócoli con acompañamiento: jamón, queso, atún. Lo sé, soy un hacha mezclando sabores, pero qué quieren, uno se conforma con llegar a fin de mes...

Me gusta el brócoli, me recuerda mis tiempos en el poblado cuando el brócoli era mi sustento día sí, día también, debido a la facilidad de su preparación (brócoli y agua?) y a que, por supuesto, era barato, barato, barato.

Así que ya tengo mi plato de brócoli encima de la mesa. No hay compis de piso así que puedo ver la tele que yo quiera. Bueno, el canal, porque tele sólo tenemos una y es más pequeña que mi pobre ordenador.
Craso (que no graso, pero tampoco entiendo la palabra) error comer con la tv encendida y viendo por trigesimocuarta vez un capítulo de Los Simpsons. Te sabes de memoria los chistes, pero el día que la quiten de la programación España se hunde.

Por trigesimoquinta vez me río del último chiste de Homer, e inmediatamente después miro al plato para el siguiente bocado. Aparto un trozo de brócoli para coger un trocito de jamón y ahí... dejé de comer. Una telilla muy extraña y no identificada unía el jamón con el brócoli y algo blanco, gordo y con patas estaba allí en medio, como mirándome.

A punto estuve de echar hasta la primera papilla (o la segunda porque creo que la 1ª ya la eché una vez), pero me contuve. Aparté el plato de mi vista y tapé como pude aquel ser inmundo que me había estropeado la comida, los Simpsons y quién sabe si el resto del día.

Acabé de comer la fruta con los dos ojos escrutando el melocotón (se ha debido de sentir cohibido el pobre) y microexaminándolo en busca de cualquier objeto no identificado como comestible y recogí todo enseguida.

Tiré el brócoli con el Octavo Pasajero incluido, pero al caer a la basura, me di cuenta de que el bicho no estaba entero...

Y no digo más.

Nos leemos en el siguiente,

Elliot.

PS: Acertijo: ¿Qué es peor que encontrarse un gusano en una manzana???