02 julio 2006

Coincidencias surrealistas

Salgo de mi casa (la del poblado) por último día en toda mi vida (es muy fuerte decir esto, ¿eh?) y me pregunta ya mi ex-casero:
- ¿Te acerco a algún sitio? Bueno, te puedo llevar hasta Plaza Elíptica.
- Hombre, pues me vendría muy bien, pues no sabía las cosas que todavía me quedaban en el piso hasta que lo he visto todo en las bolsas, jeje.

Así que bajo por última vez las 66 escaleras mientras me voy despidiendo de todos los vecinos sin abrir la boca. (Gracias, Gustavo, por tu generosidad con Internet! Te echaré de menos! Maldito chucho del 2ºB, no volveré a tener tentación de asesinato contigo, ja)

Al llegar a la calle veo cómo la puerta de hierro forjado que me ha impedido tantas veces entrar, se cierra por última vez tras de mí.

Me despido de la Verona y sigo al casero hasta su coche.
El trayecto se hace un poco tenso hasta que me dice que él vive en la boca de metro de Carpetana (¿En las escaleras y entre cartones? jeje) Así que a mi se me abren unos ojos como platos llanos, que son más grandes, cuando descubro que esa boca de metro está al final de la calle donde vivo ahora.

Es decir:
VIVO AL LADO DE MIS ANTIGUOS CASEROS!!!!!




Si lo que no me pase a mí...

Nos leemos en el siguiente,

Elliot.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jo, Elliot, mira que tienes mala suerte... Pero míralo por el lado bueno: estás cerca del enemigo, puedes destruirlo desde dentro... Infíltrate en su edificio, y devuélveles una por una todas las que hemos sufrido...
a) Conoce al vecino de arriba, y quédate a dormir en su casa. Por la noche, taconea y ronca (si puedes). No te olvides del pelo de perro por la ventana (si no tienes perro, échale imaginación)
b) Disfrázate de chapuzas y cuélate en su casa, ya sabes: palillos mondadientes en el fregadero y la ducha, tapia las ventanas (sobre todo la de la cocina), convierte su terraza en un dormitorio... Sobre todo, urga en sus cajones, y no olvides dejar un destornillador para que sepan que lo has hecho. Pon cemento dentro del sofá y sillones. Y boicotea alguna que otra lamparita para que funcione extrañamente. Rompe su extractor, y llénalo todo de pelusas mutantes.
c) Estropea su ascensor.
d) Encera las escaleras (¡ahí va, qué escurrizón tan tonto!)
e) Cualquier cosa que se te ocurra...

Anónimo dijo...

¡tienes una oportunidad de oro! ahora puedes devolvérselas una a una, con premeditación y alevosía!. No te cortes, haz todo lo que te ha dicho la "miga" chunari, además, si ves a su hijo dale capones así como kien no quiere la cosa, rompe su portero automático para que no oigan kien viene, llámalos todos los días para preguntarles cosas, cuélate en el mercado si ves a la ex(bien!!) casera, Y lo más importante...ENCERA BIEN LA ESCALERA...si pudieras ver mi pie...EL LADO DEL TOBILLO ESTÁ TOTALMENTE MORADO A CAUSA DEL ACCIDENTE en las (queridas, añoradas, interminables) escaleras.
Yo también os echo mucho de menos a ti, a Laura, a Patito, Calvin...jo!esas conversaciones intensas en las que nos preguntábamos si sudaban los pollos ¿verdad?. Un besito!!
PD.- te perdono por kerer que ganara Alemania y no apoyar a Argentina (aunke mereciera ganar) al fin y al cabo nadie es perfecto!