14 julio 2006

Tú a Londres y yo a...

Como dicen por ahí, lo prometido es deuda, pero espero que no económica, porque ya tengo suficiente con lo que tengo. Y como hace un par de páginas les conté que había tenido mis más y mis menos al despistarme al coger un autobús, aquí les relato la situación:

Como siempre, me encuentro en la "magnífica" estación de mi ciudad natal (las comillas significan ironía) esperando el autobús que me lleve a mi otra ciudad. ("Cuando vienes, ya eres")
Me acerco a un vehículo y miro el cartel que lleva el autobús en el frontal y asiento: "Sí, este es, Elliot."
Mis neuronas me lo confirman, así que dejo la maleta en el maletero y le entrego mi billete al autobusero, que me lo corta y me subo.
Busco mi plaza y me siento.
Me acomodo, saco los cascos de la mochila, los conecto al audio y como siempre, empiezan a sonar las canciones de Kiss FM (ahora vendrá una de Ella baila sola, seguro).
Bien, ya estoy preparado para las cuatro horas del viaje.

En eso que, mirando el reloj, veo que quedan un par de minutos para que el autobús salga de la estación, cuando, de repente, una chica se queda parada junto a mi asiento un ratito. Interesante...

Al cabo (o golfo, que siempre me lío) me pregunta:

Chica: Perdona, ¿es este tu asiento?

Yo: Sí, mira el billete, es el asiento número 9.

Chica: Vaya, pues sí, pero yo tengo también ese...

Yo: mmm. Pues ha tenido que haber un error.

Chica: Sí, le preguntaré al conductor.

Pero en ese momento, el billete de mi compañero de viaje se cae al suelo y como yo por aquel entonces todavía no necesitaba gafas (o eso creía yo) miro lo que pone y descubro lo que ha pasado:

Yo me voy a Madrid y el resto de los pasajeros, incluido el autobús, se va a: BARCELONA!!!!
Recojo mis cosas (falta un minuto para que este autobús Y EL MÍO se vayan!), me despido precipitadamente (pero no como si me cayera por un precipicio, sino porque me voy rápido) de la simpática chica que me ha hecho darme cuenta de mi error y bajo de un salto los superescalones del autobús.

Busco al autobusero que me ha cortado el billete, sin fijarse que me iba a otro sitio, y le pido la parte del billete que me ha cortado, pues si no no me dejarán subir al otro autobús (ese que espero que no se haya ido ya, claro)
El autobusero me da mi mitad del billete no sin antes decirme que hay que asegurarse antes de subir. ¿Y me da la bronca a mi, cuando he visto el cartel que ponía el destino adecuado y él me ha cortado el billete sin mirarlo siquiera? No tengo tiempo para discutir, pero esta seguro que la ganaba. Vaya, hombre.

En fin, que recorro toda la estación en busca de mi autobús y cuando lo veo me aseguro bien: cartel, otro cartel luminoso y autobusero: ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío? ¿Este es el mío?

Hasta que me grita: SÍ, ES EL TUYO... y no sé qué más me dijo porque yo ya estaba dejando la maleta en su sitio (lleno, claro, soy el último) y me subo, voy a MI ASIENTO, que, obviamente, está vacío y veo por la cara de mi compañero que no le hace mucha gracia que haya llegado.
Lo siento, pero a mi también me ocurre muchas veces, jeje.

En fin, que dejo la cazadora en el estante y antes de acomodarme el autobús ya está en marcha.
Ahora sí que estoy en el correcto, pero me aseguraré: si dentro de un rato veo el mar es que este TAMPOCO ERA MI AUTOBÚS.

Nos leemos en el siguiente,

Elliot.

PS: Una advertencia: "Nunca se fíen de los autobuseros".

No hay comentarios: