22 junio 2006

"La araña" by Elliot Cronenberg

Cuaderno de Laboratorio, en Lugar Desconocido a 20 de junio de 2006

Me desperté sobresaltado, muchas cosas se amontonan en la cabeza: nueve meses de trabajo metidos en cajas desordenadas, una llamada de mis mentores que no llega, proyectos enviados a laboratorio hace días y que no dan resultados y el calor, que se amontona entre mis sábanas.

Miro el reloj, son las tres de mañana y voy al baño a refrescarme un poco. A la vuelta a mi habitación-laboratorio veo (mal que bien, pues las gafas se quedaron en la mesilla al levantarme) una enorme pelusa justo a los pies de mi cama.

Me agacho a cogerla para tirarla a la basura. No soy muy ordenado, pero sí me gusta ser limpio...
Y cuando voy a llegar a tocarla, mi mano, llena de sudor y electricidad estática de dar vueltas en la cama de los horrores, desprende una sustancia nunca antes estudiada que llega directamente hacia la pelusa gigante.

La sustancia se funde con la pelusa y empieza a salir un humo extraño, que me impide seguir viendo qué ocurre en la pelusa.

Cuando la neblina se disipa.. SORPRESA. La pelusa ha desaparecido y en su lugar aparece...


UNA ARAÑA GIGANTE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!


Ser arácnido que espero sea la reencarnación de Supermán, para que me pique y me convierta en el mejor científico del país (con beca, a poder ser, gracias MEC - Millonarios Esperando Crujirte-).

Pero no, es una araña común que se dirige lentamente hacia la pata de mi cama.
Sobresaltado, pues no quiero ser devorado por una araña gigante, cojo rápidamente mi zapatilla.
Doy la vuelta para coger mejor ángulo, levanto la mano y me descubro a mi mismo pensando si lo que voy a hacer está bien o la madre naturaleza me castigará de cara a la pared por esto.

Las patas de la araña son más rápidas que yo y pronto despierto de mis ensoñaciones. O ella o yo.
Y lo tengo claro...

ZAS!!!!!!

La araña es destruída, aunque las patas, separadas de su cuerpo, tardan unos segundos en dejar de moverse.

Segundos después, me vuelvo a descubrir a mi mismo investigando al primo de Spiderman. Tan grande como parecía, resulta que su cuerpo no es mayor que la cabeza de un alfiler. Pero sus patas...

En fin, vuelvo a mirar el reloj, son las cuatro y media, me voy a dormir. Mañana tengo muchas cosas que investigar sobre la pelusaraña...

Continuará..."

Dr. Calvin Hobbes

Nos leemos en el siguiente,

Elliot.

PS: Les advierto: MIREN ANTES DE COGER NADA DEL SUELO, for if the flies...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ayer, sin ir más lejos, estaba haciendo la cama y veo en el cogín una cosa negra, pelusa pensé yo. Al cogerlo con dos dedos noté cuán duro era, tanto que lo solté de golpe. Era un bichejo asqueroso. Y en el cogín había otro, pero ese lo cogí con un papelito y lo chafé bien chafadito.

Qué asco de bichos.

Laura Marta dijo...

A mi no me importa lo de los bichos, pero sí las arañas que superan con creces mi tamaño...
(ejem)

Nos leemos,
Elliot.