06 noviembre 2007

Esto de madrugar... (y ser un vago)

Como todas las mañanas para ir al sitio donde todavía me retienen de becario, me subo a mi querido autobús de "1 cada media hora" y me siento en el primer asiento que veo libre.
Allí estaba yo ayer con una cara de sueño que no me la iba a quitar nadie hasta pasadas unas horas. El trayecto es corto así que no puedo ni apoyarme excesivamente en el cristal porque casi hemos llegado. Y como soy un poco vago (ejem) nunca me levanto tres segundos antes de apearme y, por descontado, siempre espero a que sea otro el que le dé a la parada.
Pero pronto descubrí que iba a ser una muy mala idea dejarlo todo para el último momento y para los demás.


El otro pasajero que ocupaba el autobús estaba completamente dormido. Así que, a media curva de tener que bajarme yo estaba busando desesperadamente el botón de parada. Pero, ¿dónde narices estaba? Miré hacia un lado, hacia el otro y no había ninguno. El autobús parecía no aminorar la marcha y no quería averiguar la siguiente parada. Con lo que soy yo, seguro que acabo en Islandia.

Y entonces, cuando el autobús ya va a pasarse de mi parada... ALLÍ, EL BOTÓN.

Pero, ¿qué hace en uno de los laterales del bus? ¿No se supone que están en las barras? Pues no, resulta que este autobús los lleva camuflados en la parte baja de los asientos. Ideal si vas despierto, pero si vas como yo, que sólo se despierta cuando ve que está cerca, pues no hay manera.

Total, que solicito la parada y el autobusero me echa una mirada asesina por el espejo. Ha tenido que frenar de golpe porque ya estaba en la calle siguiente a mi parada.

Pongo cara de niño bueno y le doy las gracias, mientras veo que el otro único ocupante del bus se ha despertado por el frenazo. Bien, no se pueden hacer amigos todos los días.

Bajo del bus y este arranca casi sin cerrar la puerta.

Caminando hacia mi lugar de trabajo empiezo a cavilar... Ese autobús era apto para personas discapacitadas, tales como los ciegos, pero si yo no he visto el botón de la parada solicitada, ¿cómo narices lo harán los ciegos?

Ah, claro, como llevan el sistema Braille...


Nos leemos en el siguiente.

Elliot.

2 comentarios:

MJ dijo...

Jajajaja, esto de los autobuses es mortal…Además, recuerden, en Inglaterra son de DOS PLANTAS: intenta bajar las escaleras mientras el bus hace una rotonda; no sé cómo aún no he muerto. El número 12 (el que me lleva de casa a la uni) es más o menos normal, pero alguna vez que he cogido el 19… sólo tiene UN botón de parar, y está al principio del bus, al lado del conductor!!
Nos vemos,
Dragona

Laura Marta dijo...

Si es que luego que debemos utilizar el transporte público. A mi no me queda más remedio, pero tal y como están las cosas, me voy a empezar a plantear eso del cohe particular. Aunque el precio de los coches, la gasolina... el seguro... las revisiones... las reparaciones... los posibles robos y desperfectos... los atascos...
Bien, me encanta leer el periódico en las paradas del bus!!
Nos leemos,
Elliot.