30 septiembre 2009

No querías una ducha, pues toma dos (ACCIÓN!)

Elliot no quiere que publique esto, pero como ahora el diario también es en parte mío...

Cuando llegamos a nuestra casa danesa por primera vez, investigamos uno por uno los rincones para asegurarnos de que todo estuviera en perfecto estado. Lo estaba? No del todo, pero no fue eso lo que más nos sorprendió.

En la publicidad que nos enviaron meses atrás, nos indicaban que la habitación tenía baño propio, con ducha incluida. Así que nos sorprendimos muchísimo de no encontrarla en nuestros primeros cinco minutos de inspección casera.

Salimos a la sala común de la residencia, revisamos las habitaciones y ninguna era una sala con duchas, por si era así como funcionaban los daneses. Pero no encontramos nada parecido.
Volvimos a entrar y revisamos de nuevo el baño.

O estamos tontos o ciegos o las dos cosas, pero no encontramos nada.
Hasta que decidimos dejar la búsqueda empezada para ir a comer algo. Y yo, como buena persona civilizada que soy, me voy a lavar las manos.

Abro el grifo del lavabo y sorpresa, descubro que debajo del lavabo... está la ducha!!!!
En realidad es un cable extensible terminado en la alcachofa, pero AHÍ ESTÁ (ahí está la puerta...) Y como vemos un colgador en la pared, decidimos poner la ducha en un sitio alto, para que nos sea más cómodo ducharnos sin tener que estar estirando el cable cada vez.

Y con ese descubrimiento también nos percatamos de que todo el baño es ducha (no puertas, no cortinas), así que, nadie podrá decirnos nada si mojamos el suelo!!!!!!!!!!(ni el suelo, ni la taza, ni el lavabo ni el espejo, ni la puerta)!!!!!

Pero, atención, mis queridos lectores, atención.
Siempre que vayan a utilizar la ducha, acuérdense de apretar la palanquita que hace que el agua salga por la ducha y no por el lavabo.
Pero: ATENCIÓN!!!!!!!
Cuando vayan a utilizar sólo el lavabo, acuérdense de quitar la palanquita que hace que el agua salga por la ducha y no por el lavabo. Porque si no, les pasará como a Elliot, que se fue a lavar las manos y acabó duchándose de cabeza a pies.

Nos leemos en el siguiente,
Laura y Elliot.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jajaja, que curiosa la ducha, nunca había visto nada así!
Mr. Bennet.

Unknown dijo...

Eso en Japan está a la orden del día. Yo ya iba prevenido con las guías y los miles de docus que me había visto, pero conozco a más de uno que acabó duchándose como tú. bonita experiencia ;).