Entamos a ver una de tiros, sangre, muerte y violencia para calmar un poco los ánimos de los respectivos trabajos y de los exámenes.
Comienza el show y pronto nos damos cuenta que es una película pausada (que no lenta) y con pocos diálogos (pero brillantes)
Todo parece en calma en la película cuando de repente ZAS (y no digo más)
Tampoco hay banda sonora apenas, o eso pensábamos nosotros...
A los cinco minutos de comenzar la película ya nos habían metido el miedo y la angustia en el cuerpo. Tan concentrados estábamos que tardamos un rato en escuchar la casi imperceptible, pero escalofriante banda sonora que nos envolvía: GGGGGGG
Un disparo, tres segundos de silencio y... GGGGGGG. Apenas audible si en la película había diálogos o ruidos, pero inquietante y constante en sus silencios (recalcar aquí que NO HAY MUCHOS DIÁLOGOS)
Suena un teléfono atronador en la película. Tres segundos de silencio y de nuevo... GGGGGGG.
Y si no "pasaba nada" en la película, el inquietante fondo era continuo y desesperantemente exacto: tres segundos - GGGGGGG - tres segundos - GGGGGGG - tres segundos - GGGGGGG
Vale que hayamos ido en el peor día de la semana, cuando el cine para los abuelillos vale 1 euro y vale que el cine es confortablemente cómodo para disfrutar, relajarse, descansar, se está calentito, está oscuro... Pero, señores, el resto de los mortales pagamos 5 euros (y eso con carné joven) para ver una película, para dormir nada mejor que su cama!
¿No cinema for old men?
Y a ver quién puede más...
Nos leemos en el siguiente,
Elliot.
No hay comentarios:
Publicar un comentario