15 octubre 2006

Socializándonos I

Créanme, trato de ser un tipo social, relacionarme con el mundo de mi alrededor porque ya me han dicho más de una vez que es bueno para mi crecimiento personal.
Crecimiento, por otra parte, que nada tiene que ver con el de mi persona, pues aún estoy en trámites legales por la denuncia que les puse a los anunciantes de Petit Suisse por publicidad engañosa. (“Si comes dos, crecerás más”. Cretinos...)

En fin, a lo que iba. Ayer por la noche me dispuse a pasar una bonita velada con mi cena frente al televisor. Por una vez ponían una película que tenía muchas ganas de ver y no la pasaban a las tres de la madrugada.

El caso es que cuando llevaba 30 minutos de película llega mi “compi” de piso, que pongamos se llama Amaia. Mis nervios se alteran un poquito, pero me relajo.
- ¿Qué puede ocurrir si trato de ser social?, me pregunté.
- Nada, me respondí.
Pero nunca fui bueno en eso de engañarme a mi mismo.

Pero pasaron cinco minutos y como no ocurrió nada me relajé del todo. Amaia no iba a cambiar de canal (porque YO llegué ANTES!) y su cena no era muy ruidosa. Bien.

Pero llega el minuto 6 de mi sociabilidad: le llaman por teléfono. ¿Y qué hace? Pues lógico, contestar. Pero, ¿dónde? Allí mismo, no en su cuarto, no, sino en mitad del salón, en mitad de mi cena y en mitad de mi película.

Total que allí me veo, escuchando toda una conversación que no me interesa lo más mínimo. Y encima, la voz de mi compi no es que sea un susurro, precisamente. Así que oigo toooda su conversación, pero NO OIGO MI PELÍCULA!!

Así que me paso 20 minutos (20 MINUTOS!!!) en medio de una conversación absurda (pues sólo oigo la mitad del diálogo) a un volumen superior al que mis oídos están acostumbrados. Creo que hasta el altavoz de mi radio se tapa los oídos cuando oye hablar a esta niña. Sobre todo cuando, como en este caso, la niñita está enfadada.

Y todo porque el padre de la criatura quiere comprarle un ordenador de 60 megas, pero ésta, presa de un odio infundado que me da miedo (porque no olviden que sigo en la misma habitación, aunque sin oír la película) sólo le grita que si tan convencido está con ese ordenador que lo compre, pero que ella ha visto por igual precio otro que tiene 80 megas (no, no me he confundido, es lo que ella dijo porque “me han informado los de PC CITY”).

El final de la discusión (encima que te van a comprar un portátil ¿vas tú y te cabreas? Incomprensible para una mente inocente, y pobre, como la mía) y de mis 30 minutos de sociabilidad, llega con la siguiente frase:

(ADVERTENCIA: Lo que van a leer a partir de ahora son palabras textuales y antes de continuar les informamos que pueden herir la sensibilidad.)

“Bueno, papá, pues si te has empeñado con ese puto ordenador, cómpratemele y a tomar por culo”

¿Cómpratemele? ¿Cómpratemele? ¿Cómpratemele? ¿CÓMPRATEMELE!!!!!!?¿Qué narices significa esa palabra? Si casi no he podido ni escribirla!!!!!!

El caso es que cuelga totalmente enfadada, yo me he perdido treinta minutos de película, pero he terminado de cenar. Así que, me levanto, recojo mi plato y me voy a mi habitación.

Creo que mañana habrá más oportunidades de socializarme, pero por hoy ha sido suficiente. Y con esta energúmena que no conoce lo que es el respeto a las películas de los demás, he terminado.

Y encima, cuando llego a la siempre agradable soledad de mi cuarto, hay un mosquito que no para de pasarme en estereo por las orejas (ahora la izquierda y ahora la derecha).

Lo que también me fastidia es que si ella se compra un portátil... YO ME QUEDARÉ SIN INTERNET GRATIS!!!!!

Nos leemos en el siguiente,

Elliot.

PS: He mirado en un diccionario de Laura y “cómpratemele” no sale. ¿Alguien podría decirme qué significa?



3 comentarios:

Laura Marta dijo...

Jajaja!!!
Veo que a ti también te ocurren cosas parecidas. Es un alivio, jeje
Me alegro de volver a leerte con carcajadas.
Laura está muy liada ahora, pero hará huequito para ti cuando quieras.
Un besazo de los dos, que te queremos un montón, niña guapa!
Elliot y Laura.

Anónimo dijo...

Jajaja, te comprendo muy bien, a mi también me pone de los nervios que mi compañero de piso COJA EL TFNO EN SU CUARTO PERO VENGA AL SALÓN a hablar en voz en grito pq quiere que me entere de su conversación!!! y siempre es cuando dan información relevante en la película!!!
también tengo que decir que llevo toda la vida en Madrid y nunca había escuchado nada igual ¡¿compratemele?!

Laura Marta dijo...

Si es lo que yo digo, para convivir en una casa, lo mejor: el respeto, y eso empieza por dejar ver una película al que tienes al lado. Sin comentarios en voz alta ni por teléfono ni por favor.
No comments.
Y lo de "compratemele" es un trabalenguas: compra tu (te) el ordenador (le) a mi (me) o algo así, pero de todas formas, sigo sin estar seguro de que eso sea castellano...
Nos leemos,
Elliot.