17 octubre 2006

Situación absurda, risa descontrolada

Lunes por la mañana. Tras un largo fin de semana de fiesta, vuelvo a esta mi segunda casa.
Jo, con lo bien que me lo he pasado, el lunes ha sido muy duro levantarse, pero lo he hecho.

Tras concluir (espero) la segunda parte de la aventura del billete ("Próximamente en sus pantallas") llego al sitio donde me acogen por la mañana mientras Laura aprende.
Enciendo todas las máquinas correctamente y comienzo a hacer unas tareas que me han encomendado para que no me aburra.

Al cabo de un rato me entran unas considerables ganas de ir al servicio y voy. Enciendo las luces, cierro la puerta, levanto la tapa del water, me desabrocho el cinturón y de repente: PLOFFFF!!!!! Oigo que algo cae dentro de la taza. Miro atentamente y descubro qué es: LA HEBILLA DE MI CINTURÓN!!!!
Miro hacia abajo, en mi pantalón, y no puedo explicarme cómo ha pasado, pero la cuestión es que la hebilla ha volado, literal, lateral o litoralmente, desde su sitio hasta caer en la taza.

Menos mal que las ganas de ir al baño todavía las tengo yo y menos mal también que el cinturón se suele desabrochar antes que el pantalón, porque si no ya me veo sumergido en las profundidades de otro líquido no tan transparente...
En fin, dejémoslo. Porque yo sigo mirando alternativamente el cinturón y la hebilla, cinturón, hebilla. Tan juntos antes, tan lejos ahora.Y sigo sin explicarme cómo ha podido pasar. Y por el rabillo/colilla del ojo observo en uno de los grandes espejos que hay en ese baño la cara de bobo integral que tengo.

Y no puedo esconder una sonrisilla al comprobar que esa es la cara que tengo siempre, así que ustedes no se hubieran sorprendido. Pero yo sí, la situación era para reírse y así, la sonrisa deja paso inmediatamente a una gran carcajada que trato de aguantar, pues sigo teniendo las mismas ganas de ir al baño que antes. Y si encima nos reímos...

Pero antes de desabrocharme el pantalón, y por si algo raro vuelve a ocurrir, saco la hebilla de la taza con ciudado y ya, por fín, dejo salir a "Miss ganas de ir al baño 2006"

Espero no encontrarme con nadie al salir pues estoy todavía con las lágrimas de la risa nerviosa y absurda que me ha entrado y creo que no causaría muy buena impresión. No quiero levantar sospechas ("¿Qué narices hará este tipo en el baño para que salga así de contento?". Me entienden, ¿verdad?)

Sigilosamente y tratando de aguantarme para no soltar una carcajada, apago las luces y cierro la puerta (Sí, ya he tirado de la cadena y me he lavado las manos!) y me vuelvo a mi sitio otra vez, donde aún me estoy riendo.

Y no se crean, que ya estoy en casa, han pasado varias horas y muchas otras cosas, pero aún me entra la risa cada vez que recuerdo la situación y mi cara de bobo reflejada en el espejo.

Nos leemos en el siguiente,

Elliot.



4 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué alegrón leerte de nuevo y empezar el día echándome unas risas XDDDDD Si es que no lque no te pase a ti... Aunque lo de tener que meter la mano en el vater...

Susi

Laura Marta dijo...

Bueno, el agua estaba limpia, aún no me había ni siquiera desabrochado el pantalón, jajaja.
Pero te prometo que fue tan absurda la situación que la risa todavía me aflora.
Tenías que haber visto mi cara!!!!!
Un beso,
Elliot.

Anónimo dijo...

¡¡JAJA JAJAA....!!
Me hubiese gustado ver esa cara... sólo de imaginarla me estoy riendo.
Por cierto, en madrileño, leísmo+absorción de pronombres dan lugar a:
comprámelo tú=cómpratemele
Sé que hiere a los oídos pero es lo que hay.
Como no vuelvas por el piso (Laura también puede venir) me enfado, ¿eh?
Chunari

Laura Marta dijo...

Aún te estarías riendo de mi cara, Chunari. Y lo peor es que me hizo empezar a tener dudas existenciales conmigo mismo: Si vosotros me veiais esta cara toooodos los días, NO ME EXTRAÑA QUE ESTUVIÉRAIS RIÉNDOOS TODO EL DÍA!!! Podíais haber avisado, por lo menos, que ahora uno se plantea cambiarse de cara o algo...
Irá a vuestros aposentos, si dais el consentimiento, la semana que viene, pues esta ya no voy por el poblado, pero, por avor, esta vez, abridme la puerta, pleaseeeee.
Bueno, que me voy a dar de comer a Calvin, que con el hambre que tiene está por comerse a Hobbes!