17 abril 2007

Estucado y gotelé

Me encanta lavarme los dientes. es una sensación tan agradable...
Tras tres años con aparato me acostumbré a lavarme los dientes cada vez que comía algo: desayuno - dientes, comida - dientes, una galleta - dientes, un chicle - brackets fuera.

Las minúsculas partículas de comida se te quedaban enganchados por toda la boca como si de garrapatas se tratara...

Por eso ahora, el momento de terminar de comer y meterme en el baño para cepillarme los dientes es todo un placer. Cojo el cepillo, le quito el capuchón, lo mojo, abro la pasta dentífrica, vierto una pequeña cantidad sobre el cepillo y... ¡Chiqui, chiqui, chiqui, chiqui, chiqui!

Arriba y abajo con el cepillo por todos mis queridos, pequeños y enfermillos dientes.

Pueden pasar segundos o minutos, pero me resulta tan agradable... (salvo cuando me confundo y vierto jabón de manos en vez de pasta como en "Blanco perfecto")

Pero ayer, lo de ayer, no me había pasado nunca.

Termino de cenar, recojo el plato y como la publicidad en la tele te da para tantas cosas, aproveché y me metí al baño para lavarme los dientes.

Como un cirujano preparé el material: cepillo de dientes, pasta y el aparato para después.

Y empieza el ritual: saco el capuchón del cepillo, lo pongo bajo el grifo para que esté húmedo, abro el bote de la pasta de dientes, vierto un poco sobre el cepillo y empieza la limpieza. ¡Chiqui, chiqui, chiqui, chiqui, chiqui!

Y en el mismo momento en que llego al clímax de la situación; es decir, cuando se ha creado tanta espuma que parezco un perro con la rabia, sucede lo inesperado...

Ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah.......... ATCHIIIIIIIIIIIIIIIIIIS!!!!!!!!!!!!

Ocurrió ayer y hoy todavía estoy limpiando el baño.


Nos leemos en el siguiente,


Elliot.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Gran foto de tan singular momento Elliot.

Laura Marta dijo...

De veras, me pasé un buen rato limpiando, pero a la vez me entró un ataque de risa por la situación así que casi me ahogo con la propia espuma de la pasta...
Y yer por la mañana entré de nuevo al baño y todavía quedaban restos!!
Nos leemos,
Elliot.

Anónimo dijo...

Me ha pasado eso de estornudar cuando te estás lavando los dientes, pero como voy escupiendo la espuma pues... enguarro, pero tampoco tanto XD

Laura Marta dijo...

Pues es que yo no escupo la espuma, hasta el final, y esta vez, hasta que era demasiado tarde, por desgracia.
Pero como me etuve riendo tanto rato, me compensó el tener que limpiar, jeje. Por cierto que cuando salí me topé con mis compi de piso y como salí a carcajada limpia (pues me había lavado los dientes)se me quedó mirando de una forma un poco extraña... No sé, si ya considera que soy raro, ahora...
Nos leemos,
Elliot.